Los niños disfrutan jugando, sin pantallas, con amigos, con otros niños. Los JUEGOS AL AIRE LIBRE les permiten divertirse mientras corren, saltan, hacen ejercicio, se relacionan y disfrutan de la libertad de jugar en el parque. Por eso, hacer que perduren los juegos populares como el escondite inglés, la bomba, la gallinita ciega, el pañuelo, las cuatro esquinas, el pase misí, la zapatilla por detrás, color- color, digo-digo... es importante para seguir transmitiendo valores intelectuales y físicos tales como la amistad, el deporte, la creatividad, la imaginación, la frustación, aprender a perder y a ganar, aprender a superarse...
Pero, más allá de la tradición, los niños con estos juegos se lo pasan en grande, ya que se trata de juegos clásicos, sencillos y que no precisan de muchas cosas. Los juegos tradicionales se realizan sin ayuda de juguetes tecnológicamente complejos y estimularán el desarrollo físico e intelectual de los niños y la capacidad para hacer amigos.
Lo que pretendo enseñándoles todo este abanico de posibilidades, es que los niños los conozcan y recurran a ellos en las horas de recreo o de parque, porque muchas veces no saben a qué jugar y os puedo asegurar que les entusiasman.
0 comentarios:
Publicar un comentario